CÓMO LIMPIAR LA PLANCHA
Cómo limpiar la plancha
Una plancha sucia puede generar muchos problemas, sobre todo si tienes una gran cantidad de prendas por planchar. Con el tiempo, el agua puede dejar depósitos de minerales. Asimismo, si utilizas almidón en aerosol u otro producto similar, estos pueden dejar suciedad en la placa de la plancha. Afortunadamente, las planchas son relativamente sencillas de limpiar, especialmente si lo haces de manera regular.-
1Crea una pasta. Mezcla 1 cucharada de agua y 2 cucharadas de bicarbonato de sodio para crear una pasta. Esta debe quedar un poco líquida pero lo suficientemente consistente como para pegarse a la placa de la plancha.[1]
- De ser posible, utiliza agua filtrada o destilada.
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2Esparce la pasta en la placa de la plancha. Puedes aplicar la pasta directamente sobre la placa. Considera que, si solo hay una sección sucia, no tienes que esparcir la mezcla en toda la superficie. Por otro lado, si vas a realizar una limpieza general, no hay problema si esparces la pasta en toda la placa.[2]
- Puedes utilizar tus dedos o una espátula para aplicar la pasta.
- Si hay mucha suciedad acumulada en la placa, puedes dejar que la pasta repose por unos minutos.
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3Humedece un paño limpio. Este servirá para quitar la pasta, así que asegúrate de que esté limpio. Primero, humedece el paño. Exprime el exceso de agua y luego recoge la pasta que esparciste en la placa de la plancha.
- Procura cubrir la placa con una cantidad generosa de la pasta, sobre todo si está muy sucia.
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4Utiliza un hisopo para limpiar los agujeros por donde sale el vapor. Sumerge el hisopo (del tipo que se utiliza para limpiarse los oídos) en agua destilada fresca. Luego, introdúcelo en cada uno de los agujeros por donde sale el vapor para limpiarlos.[3]
- Si hay mucha suciedad en los agujeros, quizá necesites más de un hisopo. Si hay demasiada suciedad acumulada en el hisopo, utiliza uno nuevo.
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5Llena el tanque de agua. Si queda agua en la plancha, asegúrate de vaciarla primero. Para hacerlo, puedes abrir la tapa del tanque y colocar el aparato de cabeza. Una vez que esté vacío, utiliza agua destilada o filtrada para rellenar aproximadamente 1/3 del tanque.
- También puedes llenar el tanque con una mezcla de ¾ de taza de agua y ¼ de taza de vinagre blanco para obtener una solución de limpieza más fuerte. Sin embargo, tendrás que leer el manual de usuario de tu electrodoméstico para asegurarte de que puede tolerar el vinagre.
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6Enciende la plancha. Enciende la plancha en la temperatura más alta y asegúrate de activar el regulador de vapor. En este paso, el vapor y el calor limpiarán la suciedad y los depósitos de minerales que se acumulan muy profundo en los agujeros por donde sale el vapor.
- Ten cuidado cuando manipules la plancha caliente y evita quemarte con el vapor que sale por los agujeros
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7Plancha un paño limpio por unos minutos. Elige un paño limpio que no te moleste ensuciar. Si hay tierra dentro de la plancha, podría dejar rayas marrones en la tela. Lo único que debes hacer en este paso es planchar el paño para limpiar el aparato. Si tienes un botón para regular la salida de vapor manualmente, presiónalo seguido para liberar incluso más vapor.[4]
- Puedes utilizar un paño o toalla de cocina para este propósito.
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8Apaga la plancha y déjala enfriar. Asegúrate de colocar la plancha en una superficie protegida (por ejemplo, un mostrador de la cocina cubierto con una toalla o paño). Recuerda que, conforme la plancha se enfríe, podrían gotear o escurrirse más sedimentos.
- Si queda agua en el tanque, asegúrate de vaciarla.
- Si queda agua en el tanque, asegúrate de vaciarla.
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