EL AZÚCAR PROMUEVE ENFERMEDADES CARDÍACAS Y EL CÁNCER

Entendiendo la Relación: Fructosa - Ácido Úrico - Riesgo de Cáncer y Enfermedades Crónicas

La teoría de que el azúcar alimenta el cáncer, en realidad nació hace cerca de 80 años. Sorprendentemente, la mayoría de los programas convencionales para el cáncer SIGUEN sin abordar adecuadamente la importancia de la alimentación y la necesidad de evitar los azúcares. El ganador del Premio Nobel de Medicina de 1931, Otto Warburg, PhD., descubrió que las células de cáncer tienen una diferencia fundamental en el metabolismo de la energía en comparación con las células sanas. Los tumores malignos tienden a utilizar un proceso en el que la glucosa es utilizada como combustible de las células de cáncer, creando ácido láctico como un bioproducto.9
Grandes cantidades de ácido láctico son producidas por la fermentación de la glucosa de las células de cáncer y después son transportadas hasta su hígado. La conversión de glucosa a ácido láctico genera un pH más bajo pero más acido en los tejidos cancerosos, así como fatiga física de la acumulación de ácido láctico.10, 11
Esta es una vía sumamente ineficiente para el metabolismo de energía, que extrae sólo cerca de un cinco por ciento de la energía disponible en su suministro alimenticio. En términos simples, el cáncer es un “desperdicio” de energía, que hace que usted se sienta cansado y desnutrido y a medida que continúa este círculo vicioso, llevará a su cuerpo al desgastamiento que sufren muchos pacientes de cáncer. Además, los carbohidratos de la glucosa y la sacarosa disminuyen significativamente la capacidad de que los neurotrófilos hagan su trabajo. Los neurotrófilos son un tipo de glóbulos blancos que ayudan a las células a envolver y destruir a los invasores como el cáncer.
Aunque todas las formas del azúcar son dañinas para la salud y promueven el cáncer, pero de maneras ligeramente diferentes y en diferente medida, la fructosa claramente parece ser una de las más dañinas. Como lo mencioné anteriormente, el metabolismo de la fructosa causa un aumento en la producción de ácido úrico junto con la proliferación de células de cáncer.12 Le repito, SOLO la fructosa (no la glucosa) aumenta sus niveles de ácido úrico.
Ahora, la conexión entre la fructosa, el ácido úrico y la resistencia a la insulina es tan clara que sus niveles de ácido úrico realmente pueden ser utilizados como marcador de la toxicidad de la fructosa. Esto significa que si sus niveles de ácido úrico son altos, entonces aumenta su riesgo de todos los peligros para la salud relacionados con el consumo de la fructosa - incluyendo las enfermedades cardíacas y cáncer. Por consecuencia, le recomiendo reducir su consumo de fructosa. Sin embargo, dos recomendaciones clave son:
  • Mantenga sus niveles de ácido úrico por debajo de los 4mg/dl en el caso de los hombres y en 3.5mg/dl en el caso de las mujeres
  • Como recomendación estándar, le recomiendo mantener su consumo TOTAL de fructosa por debajo de los 25 gramos al día

Controlar su Consumo de Fructosa Podría Ser el Cambio en su Estilo de Vida Más Importante que Puede Hacer

El Dr. Johnson ha escrito uno de los mejores libros en el mercado sobre los peligros de la fructosa, llamado The Sugar Fix, que explica cómo la fructosa causa presión arterial alta, enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes y enfermedades renales. También se podría decir que muchos tipos de cáncer también se encuentran en la lista de enfermedades directamente relacionadas con el consumo de fructosa. Además de los estudios ya mencionados, también se ha encontrado que la fructosa promueve la metástasis en el cáncer de mama13 y muestra efectos genotóxicos en el colon en los animales de investigación.14
La fructosa también promueve una enfermedad llamada aterosclerosis intracraneal15 - el adelgazamiento y endurecimiento de las arterias en su cráneo- y contrario a la creencia popular, es el azúcar/fructosa en su alimentación lo que aumenta su riesgo de enfermedades cardíacas, NO las grasas saturadas de origen animal.
A un nivel alimentario básico, las estrategias de prevención de las enfermedades cardíacas y del cáncer son idénticas. Primero que nada, necesita abordar su problema de resistencia a la insulina y leptina, que es el resultado de una alimentación rica en azúcares y granos- le repito, las grasas, con la excepción de las grasas trans, principalmente de los aceite vegetales hidrogenados, no son las que han sido relacionados con el aumento del riesgo de las enfermedades cardíacas, incluso en pequeñas cantidades. Para lograr revertir efectivamente y de manera segura la resistencia a la insulina y a la leptina, usted necesita:
  • Evitar el azúcar, fructosa procesada, granos y alimentos procesados
  • Llevar un alimentación saludable a base de alimentos enteros, de preferencia orgánicos y remplazar los carbohidratos de los granos por:
    • Grandes cantidades de vegetales
    • Cantidades de bajas a moderadas de proteína de alta calidad (piense en productos orgánicos)
    • Grasas saludables de alta cantidad, lo más que pueda consumir (las grasas saturadas y monosaturadas de origen animal y aceites tropicales). La mayoría de las personas necesitan de un 50-85 por ciento de su alimentación a base de grasas para una salud óptima- mucho más del 10 por ciento que se recomienda actualmente.

Restringir el Consumo de Fructosa Es una Parte Crucial de un Estilo de Vida Saludable

Ya sea que hablemos de las enfermedades cardíacas o del cáncer, reducir (o de preferencia eliminar) la fructosa y otros azúcares, así como limitar los carbohidratos de los granos en su alimentación es la estrategia más importante en mi lista si usted padece de resistencia a la insulina o a la leptina. Las modificaciones en la alimentación deberían formar parte de un plan completo para el tratamiento de enfermedades cardíacas y del cáncer.
Entienda que el consumo excesivo de fructosa provoca la resistencia a la insulina y la resistencia a la insulina parece ser la causa principal de muchas, de no ser que de todas las enfermedades crónicas, incluyendo las enfermedades cardíacas y el cáncer. Hasta ahora, los estudios científicos han relacionado el consumo de fructosa con cerca de 78 enfermedades y problemas de salud diferentes.16
Al reducir severamente el consumo de fructosa y carbohidratos, estará ayudando a detener el crecimiento del cáncer y “matar de hambre” cualquier tumor que tenga. También refuerza su función inmunológica en general, porque el azúcar disminuye el buen funcionamiento de su sistema inmunológico casi de inmediato.

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