POWER WALKING. Ejercitarse Caminando
Power walking: la forma de ejercitarse caminando
Se
trata de una nueva alternativa para los que no les gusta o no pueden
correr. En una sesión se pueden quemar hasta 400 calorías.
El power walking es una buena alternativa para los que no les gusta o no pueden correr.
Correr
es un ejercicio maravilloso. Liberador y energizante (hasta adictivo). Y
eso es muy sabido por todos. Desde luego, no todos lo disfrutan.
Algunos por algún impedimento físico particular; otros, en cambio,
porque simplemente no les gusta. Por lo tanto, buscan, a veces con
cierta urgencia, otras formas de mantenerse activo. Y en eso andan:
indagando para encontrar una actividad que los satisfaga.
Para
ellos entonces, aunque por supuesto no exclusivamente, la "nueva"
disciplina llamada "Power walking" quizás pueda ser una atractiva
alternativa. Se trata de una actividad que transforma el simple hecho de
caminar (algo que hacemos habitualmente) en un entrenamiento que puede
quemar hasta 400 calorías por sesión.
¿Qué
es exactamente? Como su nombre lo indica, el Power walking, o Smart
walking, se basa en caminar. Pero no en una caminata tradicional. Sino
en una en que entran en juego otros factores como el ritmo de caminata,
la respiración y postura, los cambios de ritmo y los intervalos de
trabajo, entre otros.
"El
hecho es que todos caminamos en nuestro día a día, pero no todos
sabemos caminar de forma correcta: la postura, la pisada o la activación
del abdomen son conceptos importantes que debemos tener en cuenta a la
hora de echar a andar", cuentan sus promotores.
¿Cómo
es una sesión? Por norma general, una sesión de entrenamiento de Power
walking suele durar entre 45 y 60 minutos durante los cuales no se deja
de caminar. Al igual que en otros deportes como la carrera o el
spinning, se puede diseñar distintos tipos de sesiones con velocidad
progresiva y cambios de ritmo.
"Son
sesiones muy rápidas para mantener siempre las pulsaciones en la zona
de quema de grasa, y con intervalos de trabajo en zona anaeróbica",
cuentan.
La
distancia a recorrer con esta sesión es de aproximadamente unos cinco
kilómetros y medio, con un ritmo medio de 9:15 min/km y un gasto
calórico de alrededor de 400 calorías.
Conceptos a tener en cuenta en Power Walking: la postura corporal
La
corrección postural es muy importante en todos los deportes, y mucho
más en algunos como el running o el Power Walking. Los tres básicos a
tener en cuenta serían: hombros atrás y abajo, cabeza arriba y pecho
arriba. "Hay que intentar mantener siempre el abdomen activado para
proteger la zona lumbar. Es importante que seamos conscientes de la
postura que llevamos en todo momento: llevar siempre la vista al frente,
a unos dos metros de nosotros, para evitar arquear la zona cervical, o
alejar los hombros de las orejas son gestos que debemos corregir
mientras caminamos, y que poco a poco acabaremos incorporando de forma
correcta", agregan.
Beneficios del Power Walking
"En
primer lugar, es una actividad que puede realizar todo el mundo,
independientemente de su condición física y deportiva o edad. Además, es
totalmente personalizable en función de cada individuo. Al caminar es
muy fácil mantenernos en nuestra zona de quema de grasa, que se
encontraría entre el 65 y el 75% de nuestra frecuencia cardíaca máxima:
cuando corremos, las pulsaciones se nos suelen ir bastante de las manos,
trabajando más en la zona anaeróbica. Si además incluimos cambios de
ritmo, como en la sesión que hemos preparado, realizaremos un
entrenamiento completo que nos reportará beneficios para nuestro sistema
respiratorio y cardiovascular", explican.
"Además,
por supuesto, tonificaremos sobre todo la musculatura del tren inferior
y nuestro core o zona central. Gemelos, glúteos y abdomen llevan la
mayor parte del trabajo en este entrenamiento. Es genial para iniciarse
al running, para la gente a la que no le gusta correr, o para el día de
descanso activo de los corredores".
El
Power walking es un ejercicio de cierta exigencia, pero ¿cuál es la
diferencia con el running? "La más importante es, quizá, el impacto
articular", sentencian. "Al permanecer siempre un pie en el suelo, el
desgaste sobre las articulaciones es mucho menor que corriendo. Por
ello, se convierte en el ejercicio ideal para personas con lesiones
crónicas o, sencillamente, para runners en días de descanso".
Pérdida
de peso, mejora de las condiciones cardiovasculares, reducción del
colesterol, fortalecimiento y tonificación de piernas, glúteos y
abdomen, son los beneficios físicos. También, igual que ocurre con el
running, existen una serie de beneficios psicólogicos, asociados tanto a
la liberación de endorfinas como a la lucha contra el estrés y la
ansiedad.
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Gracias por tu comentario es muy enriquecedor para el blog.