LIMPIEZA EN LA COCINA Còmo lavar repasadores, trapos y esponjas



Cómo lavar repasadores, trapos y esponjas:

¡Acordate de lavar tus elementos de limpieza cada tanto! Acá conocerás distintas formas para lavar esponjas, trapos, cepillos y repasadores.
Cómo lavar esponjas, trapos y repasadores

Asegurate de que tus elementos de limpieza estén en buen estado

Limpiar tu casa con elementos limpios y seguros es tan importante como la limpieza en sí. Después de todo, si limpiás con algo sucio, las cosas quedan sucias. No importa si usás trapos de microfibra o esponjas comunes, tenés que lavarlos y desinfectarlos con frecuencia. Si no querés que tus trapos y esponjas sean un imán para los gérmenes, seguí estos consejos.
Recordá: en caso de usar un limpiador comercial, seguí siempre las instrucciones de la etiqueta. También te sugerimos aplicar el producto en una pequeña parte del material primero a modo de prueba.

Repasadores o esponjas: ¿qué es más higiénico?

Todos tenemos preferencias y opiniones sobre qué es mejor para limpiar los distintos rincones de la casa. Mucha gente usa una esponja para lavar los platos y un trapo para repasar la mesada de la cocina.
En términos de higiene, no hay mucha diferencia entre una esponja y un repasador: ambos pueden llenarse de gérmenes si no los lavás seguido. En un estudio realizado por la Fundación Nacional para la Ciencia de Estados Unidos, el 86 % de los trapos y las esponjas analizados tenían moho y el 77 % tenían bacterias. A continuación vas a encontrar consejos útiles para que tus trapos y esponjas estén siempre en buen estado.

Cómo mantener limpios tus trapos y repasadores

Después de usar un trapo o repasador, tenés que enjuagarlo y colgarlo o dejarlo extendido para evitar que se concentre la humedad y que crezcan microbios.
Para desinfectarlo, lavalo seguido con agua caliente en el lavarropas. Si está muy manchado o sucio, lo podés prelavar en un balde con agua y unas tapitas de lavandina, pero no te olvides de usar guantes y de enjuagarlo bien antes de ponerlo en el lavarropas. Si podés, dejalo colgado afuera para que se seque. Estos consejos sirven tanto para repasadores comunes como para trapos de microfibra.

Cómo mantener limpias las esponjas

Para obtener los mejores resultados, lavá tus esponjas varias veces por semana. Mientras más seguido las laves, menos posibilidades habrá de que crezcan bacterias. Además, ¡tener esponjas limpias ayuda a tener una bacha sin malos olores! Podés lavarlas de varias maneras:
  • Si tenés un lavavajillas, lavalas con un ciclo de lavado normal y dejá que la alta temperatura mate los gérmenes.
  • También podés lavar las esponjas en la bacha de la cocina con agua muy caliente y detergente antibacterial. Apretalas para asegurarte de que el detergente penetre bien la superficie y enjuagalas. Después, prepará una solución de agua con lavandina (una cucharada sopera de lavandina en cuatro litros de agua) y dejalas en remojo una hora. Enjuagalas ¡y listo!
  • También podés poner la esponja húmeda en el microondas y calentarla con una potencia alta durante dos minutos. Asegurate de que la esponja no tenga restos de metal incrustados y de que esté bien húmeda, porque si no, se puede quemar. Y tené cuidado cuando la saques: ¡va a estar muy caliente! Muchos eligen la técnica del microondas porque es rápida y efectiva. Usá siempre guantes.

Consejos generales para el cuidado de los elementos de limpieza

  • Si querés lavar todos los trapos y repasadores juntos, andá guardándolos en un cesto plástico con tapa, así la cocina no se llena de olor.
  • ¿No te gusta el olor de la lavandina o de los limpiadores más fuertes? Verté algunas gotas de vinagre en la esponja para deshacerte de los malos olores.
  • Los cepillos para vajilla suelen ser la opción más higiénica para lavar los platos, porque es fácil enjuagarlos mientras los usás y se secan bastante rápido. De todas maneras, no tenés que olvidarte de desinfectarlos frecuentemente. Lo único que tenés que hacer es remojarlos en una solución bien diluida de agua con lavandina.
  • Si preferís usar un paño de microfibra, lavalo después de cada uso para obtener los mejores resultados.
  • Lo más importante es acordarse de escurrir los utensilios de limpieza y dejar que se sequen bien. ¡Evitar la humedad ayuda a evitar los gérmenes!

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