MODA. 5 Consejos para ser una Mujer Elegante

Actualidad - 5 consejos para ser una mujer elegante

Publicado por editor el 22 octubre, 2014 -

La elegancia es una cualidad que muchas mujeres quieren tener.  Si tu eres una de ellas, te sugerimos que no dejes de leer y practicar estos consejos!

Imagen vía: Ante

Evita los excesos: Este consejo rige tanto para la indumentaria (talle, colores, estampas) como para los accesorios.  El tema del talle es recurrente. Siempre se deberían comprar las prendas en el talle apropiado, ni muy ajustadas, ni muy sueltas. Tienen que calzar perfectamente. Por otro lado, si el objetivo es ser elegante, entonces no es necesario estar al último grito de la moda. En este sentido, el estilo clásico nunca falla. “Coco” Chanel recomendaba: “Antes de salir mírate al espejo y deja algo que te sobre: menos es más”.

El Aseo y cuidado de la ropa: Es fundamental que todo lo que se elija para vestir esté en perfectas condiciones, de los pies a la cabeza. Es necesario cuidar todas las prendas. Asegurate de no llevar prendas deshilachadas, ruedos descosidos, agujeros, puntos saltados, manchas o cualquier indicio de descuido o falta de higiene.

Un consejo para cuando vayas de compras: Hay cuatro cosas en las que es recomendable invertir un poco de más: accesorios, carteras, calzado y perfume.

Postura: La cuestión postural dice mucho de nosotras aún sin que usemos las palabras. Trata siempre de estar derecha, sentarte con las piernas juntas y no dejarte caer en la silla. Analiza frente a un espejo tu forma de caminar y trata de corregir torpezas.

Cuida los modales: Ser educada y tener buenos modales es la mejor “inversión” que puedes hacer en todos los ámbitos de la vida. Es lo que más recuerdan o lo que más fervientemente pueden detestar de una persona. Puedes estar perfectamente vestida,  aseada, peinada, impecable, pero si le hablas a la gente en un mal tono, eres antipática, interrumpes cualquier conversación o te comportas como una maleducada, el glamour desaparece como por arte de magia.

Fuente: Soledad Ytuarte